lunes, 28 de noviembre de 2011

Una de cal y mil de arena

Ayer nuestra Unión salió de casa, con el sabor de la victoria del fin de semana pasado y que nos ha hecho animarnos un poco, para irse hasta Irún para jugar con otra unión, Real Unión de Irún. 
Es cierto, que si lo pensábamos con frialdad, ellos estaban en puestos altos de la tabla y nosotros abajo. Pero yo, en el fondo, había vuelto a tener una pequeña esperancita de que a lo mejor Zegarra, con una victoria nada más sentarse en el banquillo, podría hacer mover a estos jugadores de manera que nos consiguiera la siguiente. 
Ya se me advirtió de que se me bajaran los humos. 
No escuché al Gran Toni, porque tuve compromisos familiares (y hay gente que no quiere sufrir cuando se disfruta de eventos familiares y felices). Pero estuvimos bastante atentos a lo que nos twiteaba Javi Hernandi. 
Al principio, antes de comenzar el encuentro, ya hubo cambios en la alineación habitual. Y entre ellos jugaba de titular Javi H. (tan querido por algunos peñistas), dándole así una oportunidad para demostrar que no es un calienta-banquillos. Quitó a Sito Castro atrás, decantándose por Andrés. Iñaki jugó. Y volvió a poner a De la Nava, chico con grandes rasgos de calidad, como se vio el otro día.
Comenzó el encuentro y al rato sucedió la primera cantada de Bernabé (porque según leímos hubo hasta 4!!). Te hace preguntarte si realmente este chico es un portero o eligió mal su vocación. Así pues se puso 1-0. y nosotros nos pusimos ya tristes. Desde luego, mi esperancita voló. 
Después, el arbitro nos ayudó, con lo poco que nos tienen acostumbrados a estos gestos. No pitó una mano que cometió Bernabé fuera del área (sí, nuestro portero tampoco conoce el área tan bien como cree). 
Pero nos vinimos un poco arriba (no mucho), porque Javi H. no quiso desperdiciar esa oportunidad y marcó. Y parecía que el equipo estaba luchando y "parecía otro", según Tweets de Hernandi. ¿Volvió la esperancita?, os preguntareis. Pues no. Ya se encargaron los adversarios de meter otros dos goles,cantadas mediantes, para cerrarme la boca. 
Y así se tuvo que volver la Unión. 3-1 Con la derrota otra vez a las espaldas. 
Y la moraleja de esta historia es: "No confíes porque un domingo ganeis y Bernabé no haya cometido errores".

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