martes, 21 de febrero de 2012

Una de tantas

Es imperdonable que haya abandonado el hacer la crónica de los partidos disputados cada semana. Podría decir que he estado ocupada (que algunos días ha sido así), pero siempre se puede sacar un hueco para redactar unas líneas. 
De cualquier manera, han pasado varias jornadas sin entrada bloggera, desde la última victoria en Segovia. Así, a modo resumen, menciono partidos pasados: Palencia-Salamanca 1-0 (con mucho cabreo, porque no podemos perder puntos así como así); contra el Sestao tuvimos más atino y pudimos quedarnos con los 3 puntos; viajamos a Bilbao y los del filial del Athletic nos aplastaron con un 3-1, cual insectos; y por último, la vergüenza de partido del pasado Domingo: Salamanca 0-2 Logroñés. El Miércoles 29, hay que recuperar un Salamanca-Amorebieta, que por motivos de salud de nuestros jugadores, no se jugó.
Si esta entrada la hubiera escrito el Domingo pasado, posiblemente no podría salir nada bueno de mí. Estaba muy cabreada, desilusionada. 
Resulta que la afición cada vez hacemos más por nuestro equipo. Se ha inaugurado un museo en el estadio de toda la historia unionista y se ha empezado a hacer unas rifas, para sacar "algo", que la gente participe y se pueden llevar algunos premios. Las peñas nos hemos involucrado y vendemos las papeletas a la entrada del estadio. 
Pero... El equipo no acompaña. ¿Cuántas veces he oído que esta Unión tiene una afición que no se merece? Después del pasado Domingo, esto se reitera. La gente fue; no hizo mal día, el tiempo empieza a darnos tregua y salió el sol y la temperatura mejoró. 
Qué pena que en el terreno de juego no salió el sol; al menos para nosotros, para los de Logroño debió ser radiante. 
Viendo los calentamientos, los del Logroñés parecían una banda (posiblemente lo eran). Tonta de mí que pense que los de la Unión podían con ellos. 
No voy a decir nada acerca del partido. Fue un espectáculo lamentable. Y pecaré de charrota y de trol y de orco o lo que me quieran llamar por lo que ellos dicen que es "no apoyar al equipo". Pero es que las acciones que hicieron fueron pérdidas de balón estúpidas, no remataron ni una vez a la portería (Zegarra deberá recordar que son esos palos blancos con una red), incluso, choques entre ellos mismos. Una absoluta falta de compenetración. No jugaban al fútbol, no jugaban a nada. Pienso que los niños en la hora del recreo juegan sus pachangas con mejor calidad que estos que se llaman jugadores profesionales. 
Simplemente, V-E-R-G-Ü-E-N-Z-A. 
Puede ser mi entrada más dura, puede que a muchos no les guste. Esto es mi opinión, no la de mi peña. Tenía que desahogarme, aunque me temo que seré reprendida por mis palabras. 
Si echáis un vistazo a paginas como www.salamanca24horas.com, las caras de los aficionados son un poema. Creo que nunca me he querido ir del Helmántico antes del final del partido, pero el otro día, alrededor del minuto 70 me hubiera ido de buena gana. 
No digo que deje de ir a verlos. Soy una amante de las causas perdidas y de la Unión, así que seguiré apoyando desde mi asiento con mis furionistas, que también seguirán al pie del cañón pase lo que pase. Pero me temo que esta entrada es la última que escribo, de momento. No tengo cosas bonitas que decir y ellos no me ayudan. Aunque espero que cambien las cosas y vuelva a tener que escribir. 

Sólo queda terminar con un : ¡HALA UNIÓN!