La cruda 2ªB

Esta tarde fue un momento crucial para los unionistas. Jugábamos fuera, en una Barcelona teñida de blau-grana y con el sentido nublado por la victoria del Barça contra el Manchester, que lo convertía en ganador de la Copa de la Champions League. Pero todos los barcelonistas tenían la mirada en el Camp Nou, menos los jugadores del Barça B, que la dirigieron a nosotros(no sé si instigados por algunos Tarraconenses). El caso es que los condenados han jugado bien y a matar. Y es lo que nos han hecho, porque el resultado es lo que indica (un doloroso 5-1, aunque dos goles arriba que abajo nos dan igual). Pero tampoco estoy achacando todo esto a su juego, nosotros pusimos nuestro grano de arena.
Cuando esta tarde, después de pelearme con quinientas reacciones de mi última asignatura de la carrera, subí a casa de mis abuelos (porque no se que demonios ha pasado con MARCATV en mis televisiones), tenía una esperanza, un eco en mi cabeza que decía: "¡SÍ SE PUEDE!". Quizás era muy ilusa o me lo creo todo con facilidad, pero he estado convencida que así sería o que al menos jugaríamos a la última baza el próximo fin de semana contra el Numancia. Mi abuelo, como se volvió un renegado unionista, por tantos disgustos, empezó con sus típicas bromas: "El año que viene contra el Guijuelo" "Sí es mejor, que así comeis jamón". Pero en el fondo, se que sigue queriendo a la Unión como siempre lo ha hecho, y las bromas cesaron en el 1-0. La seriedad llegó de la mano del 2-0. Y, aunque todos en el salón, nos agarramos a un clavo ardiendo con el 2-1, desesperándonos por un empate que nos daba aire hasta la próxima jornada; cuando llegó el 3-1 el silencio nos invadió, a mi se me llenaron los ojos de lágrimas y mi abuelo: "¡Joder! Puto catalán podrías haber luchado más" (he de decir que este comentario era para Biel Ribas, pero mi abuelo a todos los de Cataluña, Valencia y Baleares los engloba en una sola comunidad). Los otros dos goles fueron de regalo, porque total ya no podían hacer más. El Nastic iba ganando en su estadio contra un Albacete, que seguramente pasaba del partido. Y los ca... de Marca Tv solo nos recordaban que los goles del BarçaB estaban siendo celebrados en Tarragona como los suyos. Deseé que un minimeteorito arrasara esa provincia. Lo peor, llega con el pitido del arbitro y enfocan a la grada y ahí estaban nuestros tres representantes de la Petaca Charra, desolados, al igual que mostraban el resto de las caras de los 200 aprox. que habían ido a animar y a darlo todo. Pero no se podía más. El Salamanca en SegundaB y el Nastic se queda en 2º. Y los de MarcaTv nos ponen las imágenes de la gente saltando al campo en Tarragona locos de contentos, de aliviados. Yo no pude por más y pensar, ya no en el descenso, si no en los aficionados desplazados en particular y en todos nosotros en general, que lo hemos dado todo, fin de semana tras fin de semana, y ahora nos vamos con un sabor amargo de no haber hecho nada. Así que lloré. Y mi abuelo se cabreó, como se cabreaba cuando ibamos juntos al Helmantico y perdían.
Así que me fui a mi casa con desilusión, con un poco de vergüenza y con nervios en el estómago, porque en ningún momento he olvidado el maldito examen de mañana.
Sólo me queda decir lo que leí en uno de los tantos estados en el Tuenti esta noche: "ALLÁ DONDE ESTÉS, YO TE SEGUIRÉ, FORZA UNIÓN ALE!!!

A todos mis “charrotes”

Y lo pongo entre comillas porque la definición de esa palabra es: “aquel de Salamanca que no es Unionista”(o al menos así lo entiendo yo). Y está clarísimo que, si de una cosa estoy seguriiisima es que vosotros no sois unos charrotes, si no unos Unionistas de los pies hasta la cabeza.

Yo era bastante charrota. Le seguía la pista, como muchos otros salmantinos, a través de mi abuelo y sus estados de ánimo y del teletexto y demás periódicos… Pero no iba al campo, al pie del cañón, ni me metía las peleas unionistas en las venas, como si fueran mías. Hasta que mi abuela me pidió que acompañara a mi abuelo, que ella me pagaba el abono. Y entonces empecé a ir a esa esquina del fondo sur, no muy concurrida, la derecha (no la de Brigadas), esa misma donde mi abuelo iba todos los domingos a seguir a su equipo, desde que se hizo el Helmántico.

Empecé a empaparme con el sentimiento, los cánticos, la emoción, la victoria(pocas en mi inicio) y las derrotas(lamentablemente demasiadas). Y al final estaba más metida en el Unionismo que mi propio abuelo. Y es que esto ocurrió. La temporada pasada volvimos a sufrir con el posible descenso. Y mi abuelo se cansó, porque eran muchos años viviendo del sufrimiento o porque ya está muy mayor y no regula del todo(aunque le sigue la pista y luego se ríe en mi cara como si no le importara… en fin gente mayor). Y me empecé a poner con los “charrotes”, en las partes altas y concurridas del fondo Sur. Y ahí si que ya me hice una autentica Unionista, sufriendo, llorando, animando y celebrando como un loco los goles. Y es que lo sentía. Sentía las victorias y las derrotas como si fueran mías. Y os sentía a vosotros.

He de decir que el día que más alegre me he sentido de toda esta experiencia fue el día 19/6/2010. Era la última jornada y nos jugábamos el descenso a 2ºB en Villareal. Y allá que nos desplazamos. En un viaje de 6 o 7 horas de ida y otras tantas de vuelta. Y yo con algún que otro examen el miércoles siguiente. Pero mereció la pena. Ganamos y nos salvamos y todo fue locura y lágrimas y gritos y besos y abrazos. Nos sentimos grandes y felices.

Deseamos que eso no volviera a ocurrir. Pero por azares o desgracias de la vida. Esta temporada empezamos a perder muy pronto (Noviembre del 2010 ¿no?) Y sólo veíamos derrotas seguidas (10 ¿no?). La desesperación se volvió a meter en nuestros cuerpos al ver que Salamanca aparecía en la clasificación en rojo. El descenso era una sombra en nuestras visitas al estadio. El tiempo se iba acabando, las jornadas pasaban.

Entonces, por fin, echaron al entrenador que no había ganado nada (Murcia) y se puso Balta, nuestro “director deportivo”, a ver si salvaban algo. Y en el primero, contra Las Palmas, pues no fue bien la cosa. Pero luego empezamos a ganar y a remontar hasta estar a solo 1 punto del anterior. Y la esperanza volvió. Porque la esperanza es algo que no hemos perdido en todas estas jornadas.

La jornada 38 se presentaba exquisita. El Nastic, nuestro rival más directo, había perdido y sólo teníamos que ganas a un Celta, que le había ido mal jornadas anteriores. Nos veíamos capaces(al menos yo). Confiábamos en la victoria. Pero un gol de falta nos bajo los humos y nos tuvimos que ir con cara de tontos y un empate para casa.

Así que igualados a puntos con el Nastic, hoy se tenía que dar la derrota de este contra un Betis con casi los dos pies en primera y nuesra victoria contra el Xerez. Estos andalucitos vieron que el Pucela perdió y se emocionó con la posibilidad de entrar en la fase de ascenso. Así que entre eso y demás errores y mala suerte… Perdemos. Y nos quedamos a unas jornadas de certificarse el descenso.

Según he odio tenemos que ganar todo y que `pierdan. Pero a vosotros se os dan mejor las cábalas y las matemáticas.

Yo sólo me quería desahogar de esta frustración y deciros que ha sido grande vivir lo bueno y lo malo junto a vosotros. Que sois lo mejor que una afición podría tener. No nos merecemos descender ni todos los palos que nos hemos llevado. Pero el fútbol es así de desagradecido…

Si al final se da el milagro lo celebraremos como si hubiéramos ganado alguna Champions o cosas de esas jaja Y si nos vamos a 2ºB, con nuestra cola de deudas y cosas así, pues seguiremos animando a la panda que tengamos, como lo hemos hecho hasta ahora. Lo importante es que sigamos apoyando a nuestra Unión. Y ya volveremos… o eso espero.

HALA UNIÓN!!!