sábado, 29 de octubre de 2011

Días de estreno

El pasado Domingo 23 jugó el Salamanca contra la Ponferradina. Un día raro, a ratos gris, con mucho viento y, muy de vez en cuando, una gotita por allí o por allá. El caso es que ese día (al menos para nosotros, unos grandes emocionados) el fondo sur de nuestro estadio Helmántico, vistió un nuevo color, una nueva pancarta (hecha por el artista de nuestro petit comitè), en definitiva, vistió con una nueva peña.
No es que los demás domingos, desde que esta Furia se consagró, con la Junta mediante, no estuviera ahí presente. Pero digamos que pasaba un poco desapercibida, por falta de señales, por llamarlo de alguna manera. Era como un grupo de chicos que se habían puesto tras unas vallas desnudas, que alguien había puesto ahí. Habiéndonos equipado por fin, y con esa pancarta tan bien diseñada, la gente de nuestro alrededor, no dejaba de girarse de vez en cuando para ver el nombre, las sudaderas y, lo que ha impactado a todo el mundo que nos lo ha dicho, nuestro furioso toro. El color blanco impoluto (de momento) de nuestras sudaderas se veía desde el fondo norte. Y yo, una tontina como otra con zapatitos nuevos, estaba emocionada por estrenar nuestras "equipaciones".
Todos de punta en blanco lo único que queríamos era estrenarlo todo con una victoria unionista. Y entonces llegó el primer gol, por el francés Lempereur y, en gran medida, por el error del portero. Y la locura llegó. Saltando, gritando, y pensando que jamás nos quitaríamos las sudaderas, porque ésto es suerte, amigos. Pero, no se nos había borrado la emoción de la cara, y... ¡zas! Gol de ellos. Ni un minutillo de felicidad. ¡Qué cruel es a veces el fútbol!
Pero bueno seguimos animando, riendo. Viendo como los del "Gol Milar" no marcan. Vuelven del descanso y la emoción vuelve con un Marcos Márquez que hacía cositas, y cositas que tenían calidad, y llegó el segundo por parte de nuestro equipo. Gol de Igor. Y la locura se desata, ¿por qué no? Con los pocos momentos buenos que nos están dejando de momento, habrá que aprovecharlos al máximo. Se ponen con un 2-1. Y yo, como una tontina (que ya os he dicho que suelo ser) me vengo arriba y pienso que esta vez sí que ganamos. Pero ya se encarga el fútbol (y nuestra defensa ...) de corregirme. Primero, ellos dieron al palo, gracias a una "mano divina" o un golpe de suerte, para el no creyente. Y se me ocurre decir: "Por fin tenemos algo de suerte". Con razón mi presi me dijo que me callara. Porque lo gafo todo... y así fue. Otro ataque de ellos y palo y rebote dentro. Así pues 2-2. Y con eso nos tuvimos que conformar. Un punto y para casa, con toda nuestra indumentaria nueva.
El próximo domingo, Furia se desplaza, estrenamos sudadera y toro por Miranda de Ebro. Y vais a perdonarme, pero esta tontina (mega-tontina, viendo al Mirandés, aunque seguro que entre mis furiositos también hay algunos tontines) vuelve a creer que hay oportunidades. Y que co.. , que tengo ya ganas de un buen desplazamiento.

No hay comentarios:

Publicar un comentario